miércoles, 24 de septiembre de 2008

Anécdotas de un Conquistador


En el transcurso de nuestras vidas hemos tenido buenos y malos momentos, de todos ellos aprendemos grandes lecciones.

Ha habido personas que nos han ayudado en los momentos más difíciles, han llorado, reído, gritado, aprendido con nosotros.

Anécdotas de un conquistador, son historias verdaderas de personas que son mas que vencedoras, que frente a los conquistan la montaña, personas que no han retrocedido, que aman con todo su ser y recuerdan cada día sus victorias.





¿LO QUE DICES ES LO QUE HACES?

// Porque todo lo que digo es lo que en realidad tengo que ser// (Anónimo)



En algún momento de tu vida parecía que ya no podías mas, tu cuerpo y mente estaban cansados, te repetías una y otra vez mas ¡Es imposible de lograrlo!.
¡OH!, la montaña no fue conquistada, el sendero fue muy duro, este caso le sucedió a Jimn, esta es su historia:

Jim estaba con un grupo de amigos, ellos habían planificado un campamento de media montaña, uno de supervivencia, por eso no llevaron cobijas, carpas u otro objeto que solamente les estorbaría. Jimn no estaba acostumbrado a estos deportes de caminatas, su vida circulaba alrededor de reuniones, charlas, clases, y otros, esto era una gran aventura que se sumaría a sus anécdotas de la vida, comenzaron a subir, era aproximadamente las 8h00 p.m. de un nuevo fin de semana, al pasar los minutos, Jimn comenzó a fatigarse, no podía respirar con normalidad, en su mente circulaban pensamientos de “¡Como quisiera estar en casa!, seguramente estuviera leyendo un buen libro o descansando de la ajetreada semana”, miro fijamente a uno de sus compañeros y le dijo, “¡YA NO PUEDO MÁS!”, su compañero y mejor amigo miro las gotas de sudor que caían del rostro cansado de Jimn, le dijo:” Recuerdas tu discurso de la semana pasada, el que debíamos de enterrar definitivamente el ¡NO PUEDO!, recuerdas todas las palabras que dijiste a esas personas, ahora yo te digo ¡SI PUEDES!”. Jimn avergonzado miró al suelo, recordó la charla que días antes había dado a un grupo de personas, las cuales tenían en su mentalidad que todas las cosas eran imposibles de realizarlas, siguió caminando, miro a su amigo, el lo miro también.

Unas horas después, Jim descansaba plácidamente en una carpa de campamento, a la mañana siguiente disfrutaba del paisaje natural; se acerco a su amigo, hubo un momento de silencio, finalmente Jim comentó: //Durante mi vida he dado varias conferencias; la que más me gustaba era la de dejar enterrado al NO PUEDO, ahora puedo con certeza que no basta saber, se debe también aplicar, que no es suficiente querer, se debe también hacer//

En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida. ( Karl Wilhelm Von Humboldt)


LA TERCERA EDAD SIQUE SABE ADULAR

//El día en que muera, pido que esculpas en mi tumba:”abuelito no adulador, sabio de buen corazón”// (Anónimo)


Abuelo, ¿que te parece este abrigo?, el solo mostraba una sonrisa a pesar de su cara arrugada por el pasar de los años; me enojaba de no tener un abuelo como el de mis amigas, aquel que cuando le preguntas sonríe y siempre te da buenas noticias, aquel que solo quiere verte feliz sin importar lo que diga, aquel que siempre tiene en su billetera algún regalo en efectivo, aquel que te dice que eres su consentida, “Los abuelos no son como los adultos dicen”;me repetía una y otra vez en silencio, ”sabes”; exclamó mi abuelo, interrumpiendo el silencio que parecía haber sido una eternidad, en todos estos años de mi vida, tu abuela y yo prometimos jamás decirnos mentiras, sin importar que tan duro fuera la vida, ahora que ya no está, sigo cumpliendo mi promesa, probablemente estés enojada por mi silencio, sin embargo cuando te sonreí te di mi respuesta, cuando solía mirarla a los ojos, era como si nuestras pupilas pudieran hablar, sonreíamos y nos abrazábamos, una cosa si estoy seguro, jamás te diré algo que no sea la verdad, ni te daré sermones por algo que hayas echo; solo, te daré mi amor.

Se me hizo un nudo en la garganta, ¿Por qué mi abuelo me decía eso? Seguramente su avanzada edad ya estaba haciendo evidencia hasta en sus palabras, una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras pensaba aquellas palabras, “TE AMO”, me quedé estática, “TE AMO”, esa voz…. Si, era la voz de mi abuelo, ni siquiera mis padres, unos ejecutivos elegantes, que cuando necesitaba algo de ellos debía de apartar una cita en recepción me habían dicho esas palabras; no pude resistir… una lágrima rodó por la punta de mi nariz; lentamente se acercó , puso su mano en mi hombro y dijo sonriendo con su mirada penetrante en mis ojos: “Por cierto, ese abrigo te queda muy bien”; al ver lentamente como se alejaba a su recámara supe que había aprendido una gran lección; no importa lo que digas, siempre que sea la verdad, porque la verdad nos hará libres. Mi abuelo siempre creyó en ello, jamás me dijo una mentira, cada vez que decía algo que no me gustaba, decía lo que yo quería escuchar aduciendo siempre la misma frase: “Jamás te diré una mentira, sin embargo si quieres escucharme adularte, dímelo y lo haré, pero ambos sabremos que eso no es la verdad.

No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad. (Aristóteles)

MUERDE TU LENGUA Y CALLA.

//Cada vez que quiero gritar, repito en mi mente: “Muerde tu lengua y calla”// (Anónimo)


Un sudor frío recorre por todo mi cuerpo, mis manos tiemblan y mi pensamiento está distante; hace algunos minutos atrás grité sin detenerme ni un solo momento, hiriendo a mi esposa y mis dos pequeños hijos. Perdóname, fue lo primero que dije al ingresar al cuarto donde yacía mi esposa secando sus lágrimas, me miró tiernamente acercándose lentamente, rodeando sus brazos en mi cuello. “Te perdono”; dijo suavemente a mi oído, “yo”…o, Titubeaba sin poder pronunciar ni una sola palabra, “lo lamento”.

Mis dos pequeños hijos se acercaron y con sus pequeños brazos me rodearon.

Mi esposa llevó a los niños a dormir, mientras yo me dirigía al estudio a seguir realizando el trabajo atrasado de la empresa. “Eres un miserable”, fue lo primero que pensé al abrir la puerta, ¿Por qué no pudiste morderte la lengua y contener tus palabras?.

Al acostarme junto a mi esposa, la abrase con todas mis fuerzas, ¿Sabes?; le dije mientras la miraba, “he decidido que cada vez que no pueda contener mi ira, me morderé la lengua, para no lastimar a nadie, en especial a los que más amo.


Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
(Mahatma Gandhi)

¿CUANTO VALE?

//Como quisiera disfrutar de lo más bello de la vida; observar una hoja llevada por el viento, junto al amor de mi vida// Jim Bet


Al llegar cada día a casa, luego de un arduo trabajo, lo primero que deseo es cenar y tomar una buena siesta, pero mi pequeña sobrina de casi cuatros años me lo impide cada vez que me lo propongo; el solo estar con ella unos cuantos minutos, hace que olvide el cansancio y que el rostro cansado se convierta en un rostro lleno de alegría, cada vez que me ve, me hace la misma pregunta, con sus pequeñas manos escoge uno de los tantas cosa que hay en casa y pregunta ¿Cuánto vale?; eso vale……… ya contestada a su pregunta, coge mis manos y me dice con su suave vocecita:” vamos a dormir”.

Hay cosas en la vida que pareciera que son insignificantes, como el de jugar con una pequeña niña, e incluso observar un pequeño insecto; sin embargo de esas pequeñas cosas aprendemos y ellas nos hacen ver la realidad en que vivimos, como se dijo en una ocasión:
“Vale la pena hacer lo más insignificante del mundo, que en media hora no hacer nada” (Anónimo)

No hay comentarios: